En pleno cielo estallaba el sol
Radiante como nunca
Pero yo no estaba conforme
Tenía incendio. Deliraba.
Quería una sombra
¡Aunque fuera una pequeñita!
El polvo me la negó
Y un perro se hizo el leso
Entonces me hablo el sol
-¿No te querías iluminar?
Soy el alienta y alimenta
Doy vida y muerte a voluntad y azar
Señor absoluto de las tardes de verano
Despertador de civilizaciones y sueños mojados
Entonces bajo el tono y comenzó a girar como un trompo
No le escuché más
Comprendí que hablaba consigo mismo
Por fortuna cayo la tarde y el crepúsculo floreció
Tan hermosos eran sus tonos
Que tuve que bajar la vista
Conclusión: La belleza duele
Luego, con su capa de huesos, llegó la
noche
Y me abrazó la sed del largo día acumulado
A ciegas camine por valles y senderos
amarillos
Hasta que tropecé con un pozo con voz de profeta:
- Ven, calma tu avidez en mis labios, ahoga en mí tu ahogo
Entonces me hice a un lado y dormí como
llorando
Para ser sincero
Buscaba lluvias en Enero
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