Tarde
lenta y suave, observando por la ventana el camino de las hojas que el viento
botaba con furia. "Qué raro que llueva en esta época", me comentó
Eduardo, mientras terminaba de armar el rompecabezas.
Me demore mucho en responder, mi mente de niño estaba en algún lugar lejano
que ya no recuerdo. "¿Te imaginas que nevara?" le dije y ambos reímos
pensando en películas y especiales de dibujos animados.
Al
rato nos mandaron a comprar pan. Salimos y vimos como comenzaban a caer lentamente los copos blancos desde el cielo gris. Nos miramos
en silencio y reímos largo rato saltando como locos.
Así fue como mi amigo y yo hicimos nevar
aquella Navidad en Santiago.
amigo abrí un nuevo blog...te dejo la direccion
ResponderEliminarwww.nuncajamashablamos.blogspot.com
NO TE ENCONTRE EN FACE...
lidia-la escriba
que torpe, cuando pase antes,no leí esta maravilla de poema!
ResponderEliminargracias!
lidia