07 marzo, 2011

Paz para mis demonios





Me gusta mirar la vida a través de tus ojos de estrella fulgurante
Esos ojos llenos de promesas y misterios
Esos ojos que me dicen que sí, que me dicen que no
Que me dicen que tal vez
Y que no pueden esconder, aunque quieran
Los colores radiantes de tu alma perfumada

Me gusta saborear la vida en tu boca fresca de frambuesa
Cruzar la ciudad entera por un beso y un adiós
Morder tus miedos y delicias en silencio
Tratar de descifrar en cada roce el porqué del embrujo
Y la atracción que me ata magnéticamente a tu presencia

Tu boca en flor, alimento divino y paz para mis demonios

Hazme volar una y otra vez girando cual abejorro
Alrededor de tu cuello y de tu ombligo
Yo tomare tus manos y te mostrare mis cimas y mis abismos
Mis lágrimas hechas poemas y mis alegrías hechas canción

Ven
Cuéntame que dicen tus silencios, donde se pierden tus miradas
Dime que sientes como yo cuando el sentimiento se derrama
Comprende que esto es diferente
Porque somos nosotros
Mírame
Y atrévete a cruzar conmigo
(Al otro lado hay un tesoro oculto esperando que se rompan los silencios)

Yo no sé qué dirá la historia sobre nuestra historia
No sé si tenga la clave para atrapar
O si soy una araña caída en mi propia red de azúcar
Pero ya no tengo miedo
Y estoy aquí