Apatía de invierno

De donde vienen las pisadas aceleradas que me cierran el paso
De donde los puños cerrados que ríen
Que roen escondidos en bolsillos amarillos
Y que aparecen en el momento justo para acobardarme

Yo vi brillantes trenes subterráneos disparando horas angustiantes a los transeúntes
Las ruedas de los otros cayendo una a una sobre la desolación de las plaza vacías.
(Perdí el silencio en uno de esos carros); La apatía de invierno mordiendo los pezones huerfanos
Alojándose en los bolsos de los durmientes, subiendo por las corbatas e ingresando por las cuencas de los usuarios
Trasladándose en calma a hogares pulcros
Sentándose a la cabecera de la mesa familiar, bebiendo tu sopa
Arrastrándose cauta hasta el dormitorio de tus hijos
Acechando quieta bajo la almohada del niño

mur mu ran do le co sas que tu no le con ta rias

Papel moneda y humo

Basta de llorar por lo que no fue

Despedimos sin pañuelos el siglo de los héroes y las guerras

Y aun no sabemos que hacer con el nuevo

Rabiamos y discutimos por lo que debía ser

Mientras veíamos a los artistas convertirse en artesanos

Y repetir incansablemente las viejas formulas 

Moverse cómodos en la herencia

Patrones archiconocidos, temas comunes,

Pequeños 

Fragmentos de un mundo que ya no fue

/Esos artistas en que confiábamos por ser espejos de sol
Nos enviaron de vuelta a la caverna, envueltos en papel moneda y humo/

Alienados 

Recibimos el milenio incrédulos 

Nuestras manos, sin la sangre ni las llagas 

que ostentaban las de los padres

No han logrado despegarse del suelo

Sin temor, hambre ni paranoia
nos dedicábamos a patinar insulsos sobre el plástico brillante

Ciencia industrialización capitalismo tecnología

plazas hermosas y vacías
Hombres chocando contra si mismos
Palmeras de goma dentro de un edificio
Fragmentos de lo que no sabemos que querer