Los abrazos son
seres incrédulos, dependientes y entrañables
Que se estrellan a diario
Unos contra otros
Para seguir existiendo entre nosotros
Se alimentan de calor, miran por sobre los hombros
Dicen en silencio
Lo que no
nos atrevemos a nombrar
Conversación muda y corpórea de emociones
Sin
palabras, hablan la lengua ancestral del mundo
Y se acercan
en forma misteriosa
A la olvidada telepatía de los corazones
A la olvidada telepatía de los corazones