16 febrero, 2015

La civilización de los precarios





Cientos de miles de pies
Retumbando al unísono sobre el pavimento gris de la ciudad
Golpeando al ritmo endiablado
Del corazón hinchado de la civilización de los precarios
Masticando e idealizando, inocentes
Sus conceptos básicos de primate híper complicado

            La seriedad del animal erguido que evita tocarse con otros de su especie


Si miras por la cerradura del templo
Verás que no hay porqué correr. El silencio es rey
Cuando caigan todos los vestidos de baile, el reinará
Y las máscaras rodarán rojas ante nuestro mudo asombro

Las llamas con sabor a triunfo acudirán en cabalgata furiosa hacia las bocas
Profundizando las raíces necesarias para aprender a esquivar el dolor
            Padre todopoderoso, configúrame los huesos para poder romper con todo
            No me dejes al margen de la batalla final y permíteme acabar con esta locura

Si miras nuevamente por la cerradura del templo
Verás que el silencio ya es rey en la penumbra
Y reinará incólume sobre los vestigios rotos
Las máscaras seguirán rodando rojas y sonrientes
Frente a nuestro tardío y mudo asombro