24 diciembre, 2009















Bajo mi ventana, murió Santa Claus

Sentí sus gemidos mientras dormía mi siesta
Limosneaba dinero y mirra
Yo le ofrecí un vaso de agua
Pero me miro de extraña manera tras sus gafas
Solo bebo champagne o cola de mono

Montó en su mejor reno, pero este se rehusó a caminar
Los reyes magos pronto lo abandonaron 
(Trabajaban media jornada ese día)

Y así quedo sentado en la tierra mirando sus animales copular
Por horas y horas de calor
Mientras, los turistas se acercaban de manera insolente
A fotografiar sus arrugas desnudas
Nunca el pesebre había convocado tanto público
No sé en qué momento exacto falleció
Solo me percate cuando escuche los gritos de los niños
Que se repartían sus trozos jugando y riendo

En cambio las madres, se lamentaban profundamente

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