27 noviembre, 2013

El péndulo





No puede existir la felicidad eterna y constante
De existir, acabaríamos olvidando la tristeza 
Y con esto la felicidad perdería su sentido 
Y el lograrla dejaría de ser una virtud

Lo que nos lleva a la pregunta
¿Qué tan mala sería una eterna felicidad, pero sin sentido?
¿Sentiríamos nostalgia de sentir nostalgia?

Una felicidad constante se acercaría demasiado al embobamiento y

Y es que nobles obras o incluso acciones suelen surgir de la tristeza
Bellos y profundos sonidos han nacido de la melancolía

Por suerte imitamos en todo a la naturaleza
Incluidos sus ciclos estacionales, aunque los nuestros varíen y sean irregulares, ya que en nuestro caso, dependemos de más de un sol y de más de dos movimientos perpetuos

La incertidumbre, el miedo y la nostalgia nos hacen cuestionar
El superar el sufrimiento hace más fuertes nuestros pasos, más grande nuestra espalda y más hábiles nuestras manos
Nos ayudan a pintar con colores más intensos nuestro camino
Y a reventar con mayores olas y rayos cuando la tormenta se apaga

El vivir en un solo estado perpetuo es lo más parecido a un infierno de puertas cerradas


Yo vivo bien, abrazado firme a mi péndulo

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