14 septiembre, 2009

Ensayo y Error




Soy como el agua del mar que viaja miles de kilómetros para llegar hasta alguna orilla desconocida y que al llegar, a lo que parece ser la meta, se empina y se larga en picada sobre sí misma, se estira lo más posible intentando abandonarse en aquella arena, salirse de sí, dejar de ser mar. Al terminar su fallido intento se recoge exhausta y comienza el siguiente ciclo infinito, esperando una nueva oportunidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Toda opinión es bienvenida